Cada vez existe un mayor interés por corregir los signos de envejecimiento facial a edades más tempranas. Por este motivo han surgido nuevas técnicas que ajustan el descolgamiento de los tejidos blandos y piel facial sin precisar las incisiones de otros tipos de lifting.
Los tratamientos con “hilos tensores”, “thread lift” o “lifting con hilos” se han popularizado gracias a la evolución de los primeros hilos utilizados ya hace décadas. En el inicio de esta práctica se utilizaron hilos metálicos (hilos de oro) que eran más evidentes y podían generar reacciones a largo plazo ya que el espesor de los tejidos faciales cambia con el paso del tiempo. Los hilos actuales, compuestos de materiales reabsorbibles, ofrecen mayor seguridad pues tienen menor potencial de generar problemas crónicos asociados a un cuerpo extraño.
Procedimiento: En la mayoría de técnicas de lifting facial mediante hilos se emplean materiales que se reabsorben con el tiempo. Los hilos se insertan a través de punciones en la piel o pequeñas incisiones dentro del cuero cabelludo y sirven para la sujeción de tejidos faciales que han ido descendiendo o perdiendo tersura con el paso de los años.
Un efecto deseado de éste tipo de tratamiento es que se desarrollen bandas de colágeno alrededor de los hilos, Esto procura un soporte añadido a los tejidos que si puede perdurar más que el propio hilo.
Anestesia: El procedimiento se realiza en la propia clínica con anestesia local. La recuperación media de la inflamación es de 24-48 horas.
Resultados: Los resultados del lifting mediante hilos no pueden considerarse permanentes. Aunque algunos pacientes puedan apreciar resultados más duraderos, la media de beneficio estético ronda los 18 meses.
Combinación con otros tratamientos: Por otra parte los resultados de este procedimiento pueden verse potenciados al realizarse combinado con otros tratamientos como la Toxina Botulínica en entrecejo y “patas de gallo” para iluminar la mirada y elevar las cejas, o bien con rellenos de ácido hialurónico para reponer volúmenes en pómulos, surcos nasogenianos e incluso la zona labial.