DR. OTERO (ANESTESISTA)
- Médico Especialista en Anestesia y Reanimación
- Miembro del Colegio de Anestesistas del Real Colegio de Cirujanos de Irlanda, FCARSI
- Especialista en Anestesia Pediátrica, Grupo de Hospitales de Oxford, Reino Unido
- Consultor de Anestesia, Centro de Cáncer M D Anderson Internacional de España, Madrid
- Miembro de la Sociedad Española de Anestesia, Reanimación y Terapéutica del Dolor, SEDAR
- Miembro de la Asociación de Anestesistas de Gran Bretaña e Irlanda, AAGBI
- Instructor de los cursos Cuidados Iniciales del Politraumatizado, de la Federación Mundial de Asociaciones de Anestesia, WFSA
- Médico colaborador en cirugías realizadas en Madrid.
Los médicos anestesistas que trabajan con el Dr. Cerqueiro son todos ellos Médicos Especialistas en Anestesia y Reanimación. Estos profesionales te cuidarán en todo momento durante el tiempo que dure la intervención quirúrgica. Los anestesistas también tienen una especial formación y experiencia en la prevención, control y eliminación del dolor. Todos sus esfuerzos se combinan con los del cirujano para ofrecer un grado máximo de seguridad en la intervención, y un grado mínimo de molestias post-quirúrgicas.
El siguiente texto ha sido elaborado por nuestro equipo de anestesistas para la información del paciente.
La siguiente información debe ayudarte a comprender el trabajo del Médico Especialista en Anestesia y Reanimación, que cuidará de ti durante el tiempo que dure la intervención quirúrgica a la que vas a someterte. No se trata de una descripción completa ni específica de tu caso, por lo que si tienes alguna duda, debes realizar a tu Anestesista todas las preguntas que creas conveniente.
Cualquier procedimiento anestésico debe realizarse con la observación continua de los parámetros fisiológicos, esto es: la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la cantidad de oxígeno en su sangre, así como la cantidad de dióxido de carbono que se produce durante la intervención quirúrgica. Esto se consigue mediante una serie de dispositivos, conocidos como monitorización, que te será aplicada antes de iniciar tu intervención.
Sedación: El objetivo de este tipo de anestesia es que no recuerdes la intervención quirúrgica, y que te encuentres relajado durante el procedimiento. Normalmente se emplea para intervenciones diagnósticas, incluso en el departamento de Radiología. Puede emplearse también para suplementar las intervenciones llevadas a cabo con anestesia local.
Anestesia local: Permite la supresión del dolor en la zona a intervenir durante toda la intervención quirúrgica. El ejemplo que quizás mejor conozcas es la analgesia epidural, en la que mediante un catéter introducido en la proximidad de la espalda se adormece la zona a intervenir. Este tipo de anestesia puede prolongarse como analgesia local en el período postoperatorio, lo que evita muchos de los efectos secundarios de los medicamentos analgésicos que se emplean comúnmente después de una intervención.
Anestesia General: Empleada normalmente para intervenciones de larga duración, para facilitar la misma, permitir un mayor confort para usted, y unas mejores condiciones para que su cirujano lleve a cabo la intervención.
Antes de la intervención, tu anestesista u otro médico especialista en Anestesia, te visitará para llevar a cabo una evaluación de tu estado físico, la historia médica previa, así como tu respuesta a otras anestesias a las que hayas sido sometido previamente. Esta visita puede aconsejar la realización de pruebas o de tests clínicos para completar los riesgos específicos de tu intervención. Estos tests se realizarán de acuerdo con las recomendaciones de la Sociedad Española de Anestesia y Reanimación.
Debes reflejar también la medicación que estés tomando, tanto para tratamiento de alguna enfermedad, como tratamientos con fármacos anticonceptivos, así como si eres alérgico a algún medicamento.
No debes tomar aspirina al menos durante 7 días antes de la intervención. Si tienes alguna duda, pregunta a tu anestesista.
Cualquiera de los tres tipos de actuaciones anestésicas requieren, para una intervención quirúrgica llevada a cabo de manera efectiva, que el estómago esté vacío. Para ello, si tu intervención se lleva a cabo por la mañana, no debes ingerir sólidos desde la noche anterior a la intervención. Si es por la tarde, puedes desayunar como lo haces habitualmente. Puedes, así mismo, beber líquidos hasta aproximadamente dos horas antes de la cirugía, siempre que no sea leche, o bebidas carbonatadas o con pulpa.
Si estás tomando alguna medicación, debes tomarla cuando te corresponda, salvo que sean para el tratamiento de la diabetes mellitus. Tu médico le aconsejará en este caso lo que debes hacer.
La anestesia ha evolucionado quizás más que ninguna otra especialidad médica en los últimos años, lo que ha hecho que los riesgos de someterse a una intervención quirúrgica hayan disminuido considerablemente. Y en el momento actual el objetivo es disminuir los efectos secundarios más frecuentes, como la sensación nauseosa, los vómitos, el dolor de garganta, la sequedad de boca, la visión borrosa, el dolor a la inyección de ciertas drogas o en la realización de ciertas técnicas de anestesia loco-regional.
Otros efectos secundarios, más raros, incluirían el daño sobre los dientes, sobre todo los dientes superiores, el daño de la córnea, las infecciones respiratorias, los dolores musculares, el empeoramiento de las enfermedades crónicas que padezca antes de la intervención quirúrgica, y la pérdida de memoria.
En cualquier caso, tu anestesista discutirá contigo tus riesgos personales.
POR FAVOR NO TOMES ASPIRINA O PREPARADOS MÉDICOS QUE CONTENGAN ASPIRINA DURANTE LAS DOS SEMANAS PREVIAS A LA OPERACIÓN.
SI TU MÉDICO TE INDICÓ QUE NO DEBES INTERRUMPIR LA DOSIS DE ASPIRINA DEBES INFORMARNOS DE ESTO CON ANTERIORIDAD A LA CIRUGÍA.
Estos cuidados incluyen la administración de líquidos, la administración de analgesia y, en tu caso, el inicio de alimentación, así como el cuidado en tu domicilio si tu intervención se lleva a cabo de manera ambulante.
Estos cuidados pueden hacerse en tu habitación, en una sala de cuidados intensivos, o en tu propio domicilio. Todos los actos médicos tienen como objetivo fundamental el que vuelvas a encontrarte en las mejores condiciones después de la intervención.
Es importante que después de una intervención, estés acompañado de una persona adulta, que pueda ayudarte en tu cuidado y atención, así como que nos ayude al resto del equipo responsable del cuidado médico a facilitar tu cuidado.
En caso de que tu intervención se lleve a cabo de manera ambulatoria, no deberás conducir ni utilizar maquinaria pesada en las siguientes 24 horas, para no someterte a un riesgo innecesario.