La cirugía plástica juega un importante papel en el tratamiento de los pacientes con pérdida de peso masiva. Está bien establecido el rol de la cirugía plástica en la escisión de cúmulos grasos. Más recientemente, se han desarrollado métodos de reconstrucción de contorno corporal después de pérdidas masivas de peso. Tanto los gastroenterólogos que utilizan métodos no invasivos como el balón intragástrico como los cirujanos bariátricos, son hoy conscientes de que sus pacientes a tratamiento de obesidad considerable, por regla general, se someterán a procedimientos reconstructivos extensos y con un curso postoperatorio no siempre libre de dolor. Estos tratamientos se benefician profundamente de un equipo de médicos de varias especialidades (cirugía plástica, anestesia, gastroenterología, nutrición), enfermeras, psicólogos clínicos, fisioterapeutas, etc.
El éxito en la pérdida de peso por el ajuste dietético con o sin uso de balón intragástrico o cirugía bariátrica, se asocia a dos tipos de efectos secundarios:
Laxitud excesiva de pliegues cutáneos: Existe una gran variación individual en la tensión y elasticidad de la piel. Una pérdida de peso de 30 kilos puede ser tan problemática como una de 80 Kilos, dependiendo del paciente en cuestión. La calidad de la piel varía también entre diferentes regiones anatómicas. La mayoría de los pacientes consideran el abdomen como su principal preocupación en lo que se refiere a contorno corporal. Pueden ser similarmente problemáticos los brazos, la región crural o la mama.
Grasa persistente en ciertas regiones: Esto depende en gran medida del tipo de obesidad. El objetivo de la cirugía plástica en este contexto es un contorno corporal equilibrado con la escisión de piel y grasa en exceso. A ello se añade el beneficio de la simple pérdida de peso asociada al procedimiento, aunque ésta no sea el objetivo principal del tratamiento: Una abdominoplastia puede, por ejemplo, hacer perder 3 kilos de peso, una torso plastia de 4 a 6 kilos, la reducción mamaria 1-2 kilos y la liposucción de 3 a 4 kilos.
Normalmente comenzamos con el área que representa una mayor preocupación y incomodidad al paciente; en la mayoría de los casos el abdomen. Algunos pacientes prefieren comenzar con una reducción mamaria porque la recuperación de la cirugía es más rápida, pudiendo de esta forma volver pronto a su actividad laboral. Para algunos, a pesar de la incomodidad que el pliegue abdominal les produce, prefieren alterar antes el contorno facial por ser un área más expuesta.
Abdomen. La operación más frecuente (80%): Su finalidad es eliminar el exceso de grasa y piel sobre y bajo el nivel del ombligo, así como la reparación de músculos excesivamente distendidos por previos embarazos o por el exceso de grasa previo a la pérdida de peso.
El exceso adiposo en la región suprapúbica también puede ser corregida durante esta misma operación (rejuvenecimiento púbico).
El paciente permanece ingresado hasta una semana después de la operación. Las complicaciones más preocupantes son el trombo-embolismo y la curación muy lenta de la herida.
Dependiendo del tipo de ocupación, el retorno a la actividad laboral se produce alrededor de un mes después de la cirugía.
Reducción mamaria: La deformidad mamaria tiene importante impacto en el bienestar físico y psicológico de las pacientes. Las pacientes suelen aquejar dolor de espalda, cuello y hombros en casos de sobrepeso mamario.
El objetivo de la cirugía es devolver a la mama una forma y volumen dentro de la normalidad. La cirugía es relativamente rápida, y el período de hospitalización variable (entre 1 y 3 días).
En pacientes con grandes reducciones mamarias las cicatrices son considerables, pero recientes técnicas permiten que sean cada vez de menor longitud, con los consiguientes beneficios en una recuperación más rápida y en el plano estético.
Zona interna del muslo. Lifting crural: El grosor del pliegue de piel y grasa es especialmente reducido en esta región de la cara interna del muslo. En muchos casos, a medida que el paciente pierde peso, se produce un pliegue colgante (cutáneo y graso) que causa mucha incomodidad al paciente generando un problema estético y funcional con el rozamiento al caminar.
La cirugía es eficaz y en ella se reseca frecuentemente un peso de 1.5 kilogramos de cada muslo.
La herida puede tener una curación lenta, dada la movilidad de la zona y que se pueden producir seromas (por la densidad de vasos linfáticos en la región) e infecciones (dada la rica flora bacteriana en esta región). En general, el grado de satisfacción por parte de los pacientes es, no obstante, alto.
Torsoplastia. ´Bodylift´: Se lleva a cabo la elevación de la región glútea, cadera y púbica e implica una cicatriz alrededor de toda la circunferencia corporal a nivel de la cresta iliaca. La cicatriz se sitúa normalmente de modo que no es visible con bañador.
Si es preciso, en este procedimiento se lleva a cabo liposucción de la región glútea y lateral de la cadera.
Se trata de cirugía mayor, tanto por las dimensiones como el peso de tejido resecado (4-6 kilogramos), como por la duración de la intervención (4-5 horas). El área intervenida es extensa (abdomen, caderas, muslos, región glútea), lo que hace a esta intervención particularmente invasiva. El período de recuperación está habitualmente marcado por la fatiga.
Los resultados obtenidos pueden ser muy satisfactorios.
Brazos. Braquioplastia. Corrección de piel flácida en la parte interna del brazo:
El exceso de grasa y piel se convierte para estos pacientes en un problema a la hora de vestirse, asimismo es también una preocupación estética notable. La operación corrige el contorno del brazo.
La inevitable cicatriz se sitúa en la cara interna del brazo, donde es menos visible.
Esta operación es relativamente rápida y puede ser combinada, si es preciso, con la reducción mamaria.
Cara. Elevación de tejido facial y de cuello. Lifting facial-cervical:
• El Lifting (o elevación) facial reduce la laxitud de los tejidos de la cara y cuello. El resultado obtenido, así como la duración del mismo, se ve directamente influenciados por la estructura ósea del paciente, la elasticidad y estado de salud de su piel, así como de la genética del paciente. El objetivo con esta operación es un paciente con buena apariencia para su edad cronológica, y también obtener una mejor definición del contorno facial y cervical.
• Las incisiones quirúrgicas utilizadas se sitúan estratégicamente en relación con los pliegues naturales de la oreja, retro-auricular y en el cuero cabelludo. Las incisiones se hacen de la menor longitud posible, teniendo en cuenta el grado de laxitud y exceso de piel. Si es preciso, parte del exceso graso es corregido, así como la musculatura excesivamente distendida. La piel se eleva y el exceso es resecado.
En este caso, el objetivo de la cirugía es un aspecto facial más firme y terso. El color, la complexión de la piel, puede cambiar después de la operación. Es posible que el paciente experimente una sensación de entumecimiento y de endurecimiento de la piel de cara y cuello. En el paciente con gran pérdida de peso la curación es normalmente más lenta de lo normal. Habrá que esperar semanas, en ocasiones meses, para que se consolide el resultado final.
Las cicatrices son escondidas por el pelo y la aplicación de maquillaje. En el paciente con pérdida masiva de peso la piel permanece frágil durante semanas. Se recomienda que el paciente evite el sol y que proteja su piel con crema solar de protección total. El maquillaje está permitido a los pocos días de la intervención.
El Dr. Cerqueiro te explicará en la consulta cuáles son los objetivos del tratamiento quirúrgico, sus limitaciones, complicaciones y efectos secundarios, ajustándose a tus necesidades y circunstancias individuales. Como sucede para otros tratamientos de cirugía plástica, en este caso la combinación programada con los otros especialistas implicados en el tratamiento, es esencial.