La operación de reducción mamaria se realiza en pacientes desde edades muy tempranas, en niñas que presentan un desarrollo mamario excesivo y precoz, hasta personas de edad avanzada. En todos estos pacientes se presentan problemas en relación con el excesivo tamaño de las mamas. Esta operación trata de forma muy eficaz ésta patología.
El paciente sufre con frecuencia dolores de espalda, dolores sobre los hombros y en la región mamaria, dificultad para encontrar ropa adecuada, etc. Es normal en estos casos que la piel haya sufrido cambios debido al peso y al rozamiento mamario. Es también frecuente que la paciente se sienta incómoda, no sólo en el aspecto físico, sino también en los campos social y relacional. El exceso de tamaño puede afectar solamente a la mama de un solo lado en pacientes con asimetría mamaria (deformidades mamarias congénitas).
En algunos pacientes adultos un excesivo tamaño mamario ejerce un efecto “péndulo” que dificulta la respiración y produce dolores de espalda. En edades muy tempranas, el desarrollo prematuro de las mamas puede interferir en el desarrollo social de las niñas y producir problemas de imagen (en el caso de las niñas jóvenes esta patología es denominada gigantomastia virginal). Dentro de todos los pacientes de cirugía estética y reconstructiva, el grupo de pacientes que han sido operadas de reducción mamaria por cirujanos plásticos está entre los más satisfechos con la cirugía (superior al 95%). Este dato lo han confirmado extensas revisiones de casos de reducción mamaria en la literatura médica dedicada a la cirugía plástica.
La reducción mamaria se realiza en un ámbito hospitalario. En función del tamaño mamario el procedimiento puede durar entre 2 o 4 horas. Al realizarse en el hospital, el paciente tiene la opción de hacer una cómoda recuperación en el mismo, aunque no es infrecuente que en casos de reducción de menor volumen el paciente pueda abandonar el hospital el mismo día de la operación.
El Dr. Cerqueiro realiza este procedimiento en los hospitales asociados tanto en La Coruña como en Madrid.
Se han descrito múltiples técnicas de reducción mamaria. En la mayoría de estas técnicas parte de la glándula mamaria permanece unida al complejo areola-pezón y éste es transferido a una posición más elevada. Esta posición final es ligeramente superior a la altura del pliegue submamario. Dependiendo de la técnica utilizada, la distribución de las cicatrices es: 1.- Alrededor del complejo areola-pezón y vertical desde la areola al pliegue submamario ó 2.- La misma distribución anterior con la adición de una cicatriz transversal en el pliegue submamario.
El Dr. Cerqueiro utiliza diferentes técnicas en función de la edad, la anatomía, y las aspiraciones del paciente. Esta versatilidad en la técnica ofrece a las pacientes una interferencia lo menor posible con la fisiología mamaria. La sensación del pezón e incluso la capacidad de lactar es mantenida de una forma variable en muchas casos de reducción mamaria. Como norma general cuanto más se reduce la mama más difícil es preservar intactas estas funciones.
El Dr. Cerqueiro utiliza una técnica innovadora llamada de cicatriz vertical, cuyo uso se ha extendido recientemente tanto en Europa como en los Estados Unidos. Con ésta técnica es muy frecuente poder evitar la tradicional cicatriz horizontal debajo de la mama. Esta técnica combina el diseño vertical de la cicatriz con una mamoplastia interna (mamoplastia) con lo que la tensión exterior y el posible ensanchamiento de las cicatrices es minimizado.
La técnica que utiliza el complejo areola-pezón como injerto es utilizada solamente en casos excepcionales. Esta técnica es indicada en pacientes en las que la cantidad de tejido reducido es excesivamente grande, así como cuando la distancia entre la posición del pezón y la posición deseada después de la operación es excesivamente larga. Este procedimiento tiene la ventaja de ser más rápido y la desventaja de la pérdida de sensibilidad por parte del pezón. Normalmente son pacientes de edad más avanzada en los que ésta técnica es considerada apropiada.
La reducción mamaria se realiza con anestesia general por especialistas en anestesista y reanimación con amplia experiencia en la anestesia para cirugía plástica.
Aunque la operación es relativamente larga, la convalecencia es sorprendentemente rápida. No es infrecuente que las pacientes vuelvan a su trabajo una semana después de la operación, y que a las tres semanas vuelvan a su actividad normal.
Un sujetador sin alambres debe de ser utilizado como soporte durante las 6 semanas que siguen a la operación.
Las complicaciones por este procedimiento son infrecuentes. De todas formas es importante señalar que las cicatrices pueden ser desde mínimas a notables, siendo en cualquier caso inevitables, y aquí radica la importancia de reducir su tamaño ajustando la técnica según la anatomía de cada paciente. La sensibilidad del pezón puede ser alterada y también se pueden producir problemas en la curación. El Dr. Cerqueiro te informará de todas las complicaciones posibles en relación con este procedimiento.
La mayoría de las complicaciones posibles después de la reducción mamaria se pueden relacionar estadísticamente con el hábito tabáquico. Si tú fumas, debes parar de fumar como mínimo un mes antes de la cirugía. Los suplementos de nicotina no reducen los riesgos de complicaciones. Gracias a no fumar antes de la operación durante un mes la curación raramente presenta problemas.